Segundo concierto sinfónico coral contó con la participación del maestro uruguayo Diego Naser
FOTO: GRAN TEATRO NACIONAL
Una nota de nuestro amable colaborador
DAN PALOMINO
El pasado miércoles 17 de Abril, la Orquesta Sinfónica Nacional presentó el segundo sinfónico coral de la temporada 2019, junto al Coro Nacional del Perú y teniendo como director invitado al maestro Diego Naser de Uruguay.
La primera parte del programa presentó el "Encantamiento del Viernes Santo", del tercer acto del drama musical Parsifal, del compositor Richard Wagner, con una orquesta mostrando un gran sonido. Destacando a la fila de metales y los clarinetes en esta parte, en distintos pasajes de la obra tuvieron una presencia resaltante, aunque los cornos fueron decayendo casi por el final. Muy por el contrario la fila de contrabajos que empezó algo imprecisa pero que luego fueron mejorando a lo largo de la obra. Pero sin duda alguna, lo más notable fue la intervención del oboísta, y no específicamente con su instrumento, sino con su abrupta manera de respirar, probablemente por algún problema respiratorio; siendo insistente durante toda la noche y que no pasaba desapercibido.
Aún con estas incidencias, y en líneas generales, fue una interpretación plausible, con un notable trabajo del director invitado.
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Para la segunda parte del programa, se unió el Coro Nacional del Perú y cuatro voces solistas, para interpretar la Gran Misa en Do Menor de Wolfgang Amadeus Mozart. En esta ocasión, se eligió la versión que contiene únicamente los números que fueron escritos por el compositor, ya que es una obra que ha llegado incompleta a nuestros días aunque existen otras versiones que fueron completadas con partes de sus misas anteriores.
Teniendo para esta ocasión en las voces solistas a la soprano Maria del Carmen Rondón, la mezzosoprano Josefina Brivio, al tenor Juan Pablo Marcos y al bajo Fernando Vizcarra.
Destacando notablemente a la mezzosoprano Josefina Brivio, por su calidad interpretativa durante su participación como solista y de manera especial en el Laudamus Te, así mismo destacaron por sus interpretaciones, el bajo y el tenor. Lo opuesto a estos, fue la participación de la soprano Maria del Carmen, que no encontró en toda la noche su mejor versión para mostrar al público.
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El coro como la orquesta fueron lo mejor de la noche, con un sonido intenso y preciso. La mejor versión de la orquesta en lo que va en esta temporada 2019. Defendible el resultado final, puesto que ambos elencos tuvieron muy poco tiempo para poder ensayar junto al director.
Quienes si se hicieron protagonistas innecesarios, fueron algunos oyentes que dejaban sonar sus teléfonos por varios segundos, distrayendo a más de uno, tanto en público como en el escenario. ¿Cambiará el público local algún día?.
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