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El maestro español Oliver Díaz dirigirá la ópera Werther los días 23, 25, 27 y 29 de Agosto en el Gran Teatro Nacional
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UNA NOTA DE NUESTRO AMABLE COLABORADOR 
José Villagarcía (Tano Factótum)

Entrevista / Óliver Díaz
Dirigirá la ópera Werther en el Gran Teatro Nacional

El Gran Teatro Nacional presenta la ópera Werther de Jules Massenet, compositor francés que se inspiró en la novela epistolar Las penas del joven Werther de Goethe. La producción de la Ópera de Colombia contará con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario y el Coro Nacional de Niños los días 23, 25, 27 y 29 de agosto.

La producción contará con la dirección musical del maestro español Óliver Díaz, director musical del Teatro de la Zarzuela de Madrid, la dirección escénica del regista argentino Alejandro Chacón y la dirección general de Javier Súnico. Los protagonistas serán el tenor estadounidense Jonathan Tetelman como Werther, la mezzosoprano española Carol García como Charlotte, la soprano peruana Ximena Agurto como Sophie y el barítono peruano Xavier Fernández como Albert.

Durante los ensayos conversamos con el director musical Óliver Díaz quien nos brindó la siguiente entrevista.

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El año pasado dirigió Alzira de Giuseppe Verdi, este año será Werther de Jules Massenet, se declaró como un conocedor de Verdi, ¿ha dirigido repertorio francés?

Repertorio francés, sí. Massenet, ópera completa, no. En concreto, el Werther, no.

Entonces es su debut.

Werther es mi debut, efectivamente. Bueno, en realidad, el año pasado era mi debut con Alzira también. Había dirigido muchísimo Verdi, pero no había dirigido Alzira todavía. Es una obra muy bella que no se programa demasiado, en el caso de Werther es una obra más conocida que se programa mucho más, no la había hecho todavía. Es la gran obra de Massenet, la más representativa del romanticismo porque une al romanticismo alemán, el inicio con el Sturm und drang, junto con la visión romántica francesa, va convirtiendo ese drama interior que Goethe nos muestra - yo creo que hoy en día todavía vivimos de alguna manera como Goethe y Beethoven nos muestran, ese avance, ellos cambiaron la humanidad, la manera de pensar - y luego Massenet le da mayor relevancia a Charlotte, le da ese aroma maravilloso francés que impregna la obra y la hace suya, podría decirse, poetizando un poco más al original, llevándolo a ese extremo francés. Yo creo que es sin duda la obra representativa del romanticismo francés, es una de las grandes obras del romanticismo en general por todo esto que estamos hablando: ese nexo, esa unión, esa amalgama entre lo alemán y lo francés que resulta en esta obra de una manera absolutamente maravillosa.

Massenet musicaliza todos los sentimientos de Werther que escribió Goethe.

Es increíble, la manera de hacerlo, la manera de pintar los personajes. Massenet era un gran amante de Wagner, y como tal, una vez más la mezcla de lo alemán con lo francés, tiene un tratamiento que se basa en los leitmotivs claramente, pero no solo en mostrar un tema asociado a un personaje únicamente sino cómo evolutivamente esos temas van evolucionando a la vez que van evolucionando los personajes, y cómo unos temas salen de los otros, por ejemplo, el tema de la perfección de Charlotte tal como la ve Werther, con ese arpegio en modo mayor, en tonalidades muy francas, la mayor, mi mayor, que son tonalidades un tanto optimistas e idealistas de alguna manera, se emparenta en muchos momentos con los temas de los niños. Bueno, estaríamos hablando largo y tendido de toda la relación, del tejido temático. Yo creo que el trabajo que hace Massenet con la obra es impresionante, pero a la vez consigue esa cosa etérea que tiene la música francesa de líneas inacabables, que no termina nunca, conectan unas con otras, que van derivando unas en otras...

Con un lenguaje especial...

Absolutamente. En un sentido totalmente opuesto a Verdi. Verdi es la inmediatez, Verdi es el aquí, el ahora y el ya, todo sucede a una velocidad tremenda. En Massenet todo se va dibujando, todo se va difuminando en una nebulosa de color, de sonoridad, de riqueza. Eso plantea dificultades grandes para el director también.  

¿Desde qué momento se aprecian los leitmotivs?

Los leitmotivs se dibujan desde el inicio de la obra. Aparece el leitmotiv del amor. En la primera aparición de Werther no solo aparece un leitmotiv, aparece un sonido asociado a Werther que es el sonido del arpa, en un acorde semidisminuido. El color del arpa va dibujando al personaje. El arpa es el instrumento más etéreo, de alguna manera difumina todo, se asocia a Werther que es el personaje más romántico de todos, en realidad representa el romanticismo y el modernismo de alguna manera, es un personaje atormentado. Werther representa la eliminación de las barreras, a él no le importan las convenciones sociales, Charlotte de alguna manera representa lo establecido, ella no se atreve a dar el paso a pesar de estar enamorada de Werther…

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La sociedad no le permite…

Claro. Ella le prometió a su madre que se iba a casar con Albert. Están representados todos los estamentos de la sociedad. Como digo, aparece ese primer color del arpa, el acorde de séptima semidisminuida ya pinta a Werther, inmediatamente aparece el tema del amor entre Charlotte y Werther que se repite en todos los actos, ese tema tan bonito dibujado con el cello, el arpa. Ya en el primer acto tenemos el tema de Charlotte, el tema de los niños: el villancico, el tema de Albert. La presentación es muy rápida en el primer acto, como es normal en las óperas, para luego ir entremezclándolos y desarrollándolos.

El año pasado dirigió a la Orquesta Sinfónica Nacional, este año dirige a la Orquesta Sinfónica Juvenil Bicentenario. ¿Cómo ha sido trabajar con estos jóvenes músicos?

Los chicos son talentosos, hay gente que está tocando muy bien, con muy buena energía, con una capacidad grande de trabajo, desde luego con muchísima ilusión y esto hace que tengan un margen de crecimiento enorme. He trabajado con las dos orquestas, hay un salto diferencial, son dos orquestas diferentes. Una es estrictamente profesional, la otra tiene un gran potencial pero tiene un nivel muy dispar de músicos. En la Orquesta Sinfónica el nivel está más comprimido, la diferencia entre los que tiene más nivel y menos nivel no es tan amplia. Ahí estamos, atornillando como siempre digo, apretando las tuercas hasta conseguir el mejor de los niveles que podamos alcanzar.

Ellos son los que más adelante formarán parte de la Orquesta Sinfónica.

Claro. Esta es una orquesta que debe afrontar repertorios clásicos porque, como digo, el nivel técnico es muy dispar. Pueden afrontar repertorios grandes pero no en las mejores condiciones. Saltar pasos es peligroso. Deben hacer programas que los ayuden a mejorar técnicamente, a escucharse, para luego hacer el gran repertorio. Esos chicos podrán llegar al profesionalismo, desde luego hay muchos que están muy cerca ya. La chica concertino es fantástica, creo que está lista para estar en orquestas profesionales, el chico del cello debe mejorar pero tiene un gran talento, el principal de clarinete es fantástico, tiene mucho margen de crecimiento pero hace cosas muy buenas.  

Esta producción es de la Ópera de Colombia y ahora la tenemos acá, Alzira se desarrolló acá y se verá fuera, el Gran Teatro Nacional forma parte de una red latinoamericana, ¿le parece que es importante para el público peruano?

Totalmente, Perú ha tenido toda la vida grandísimos cantantes, se ha hecho ópera pero no tantísima ópera ni tan a menudo, no ha tenido ese recorrido que han tenido los teatros en Europa y en Estados Unidos. Creo que este camino que se está empezando a recorrer de, tanto exportar talento peruano, que lo hay a raudales, como también importar experiencia, es importante para el crecimiento del país. Creo que el año pasado tuvimos un buen ejemplo del trabajo de Jean Pierre Gamarra, que fue excepcional, y se va a poder ver en la ópera de Bilbao y en Lieja. Me parece un acierto y algo importante, creo que ahora lo que debemos hacer es no dividir sino aunar fuerzas, todas las fuerzas que hay en el Perú dispuestos a hacer ópera deberían tratar de trabajar conjuntamente y mirar hacia el futuro entre todos, porque siempre es mejor sumar que dividir.

Ya había trabajado antes con Ximena Agurto en Madrid.

Sí, yo conocía a Ximena de antes, aquí también había trabajado una Doña Francisquita hace algunos años. Vive en Barcelona, es uno de los talentos exportables de Perú. Una buena amiga, desde luego gran artista y gran cantante que tenemos la suerte de tener aquí ahora. Yo creo que es una cosa importante además que, al igual que el año pasado, tenemos un buen número de cantantes peruanos que están mostrando un muy buen nivel y que están, de alguna manera, equiparándose a esas figuras internacionales que están viniendo muy importantes, que en el caso del año pasado con Jaquelina Livieri, y este año tenemos a Carol que ha cantado este rol en el Liceu y a Jonathan que tiene una carrera fulgurante, un chico joven pero que ya está cantado en los mejores teatros, también ha estado en el Liceu.

Y Xavier Fernández, que es miembro del Coro Nacional.

Xavier Fernández que el año pasado hizo un trabajo  excepcional y este año está volviendo a mostrar su versatilidad y su calidad vocal, es una persona que está preparada para abordar roles donde los tenga que hacer. Forma parte del Coro Nacional, lo cual habla del gran trabajo que está haciendo el Coro Nacional con las voces, y no solo está él, está Juan Pablo Marcos, está Fernando Vizcarra. Muestran el nivel del coro, que desde luego es uno de los mejores coros con los que he trabajado, es un muy buen coro, a la altura de los grandes.

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